miércoles, 16 de diciembre de 2009

ZATORIclip, algunos de sus videos...

Breves relatos biográficos de los miembros históricos de ZATORIclip.

Bárbara Sommerfeld.

Nació en GrüssGott, Alemania. Una vez diplomada y obligada por el advenimiento del Nacionalsocialismo, Sommerfeld emigra a Polonia. En el pueblo de Katowice ejerce la docencia hasta finalizar la guerra.

Nuevamente en Alemania conoce a un soldado norteamericano llamado Jeremías Taylor. Con él viaja a los Estados Unidos.

Su incapacidad para incorporar una nueva lengua la lleva a estudiar cine mudo. Se especializa en esta técnica hasta lograr el primer largometraje para sordomudos, sin subtítulos.

En febrero de 1968 el matrimonio Taylor-Sommerfeld se radica en Paris. A los pocos días conoce de manera accidental a Anatol Lotana, miembro del Nuevo Cine Francés.

Es Sommerfeld quien antes de editar “La lata de sopa sin embargo se mueve”, primer clip de ZATORIclip, y bajo la influencia de sus estudios budistas bautiza al grupo con el nombre que lleva.

Bárbara Sommerfeld fallece al poco tiempo de haber presentado una maqueta para el Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario, Argentina.

Santiago Fernández.

Nació en Villa Crespo, Buenos Aires.

Su padre que vendía bombones, chocolates y helados en el cine del barrio lo llevaba siempre consigo. De esta manera el cine se convirtió para Fernández en su segundo hogar, su club, su familia.

A los diez años le cuenta decidido a su padre que cuando crezca será director de cine.

Es así como en el año 1947 ingresa en la Escuela de Figuras animadas de la Fundación Eva Perón.

Al poco tiempo ya está trabajando en producciones tales como: “Para un padre no hay nada mejor que un hijo”, con Hugo del Carril y, “Las últimas horas en la vida de Faustino Sarmiento” con Ángel Magaña.

La visita a Argentina de Lenny Rieffensthal lo lleva a Europa en donde, años más tarde se integra al grupo de ZATORIclip.

Actualmente y bajo otro nombre reside en Islandia en donde dirige el Instituto de Cine Islandés.

Max.

Seudónimo de un integrante histórico de ZATORIclip. No existen mayores datos acerca de su vida y de su obra.

Durante algún tiempo viaja por toda Europa registrando escenas cuya duración no excede los 3 segundos. Gracias a esta laboriosa tarea podemos hoy tener a nuestra disposición imagines inéditas de aquellos años.

Su primer trabajo como profesional consistió en adaptar al cine la famosa novela de Herman Melville “Mobydick”. Max logra producir un corto de 2 minutos 45 segundos, que presenta en el Festival Internacional de Cine de Albania bajo el título de “ Movie Dick”.

Su trabajo comienza a ser reconocido hasta que un accidente fortuito lo priva del 80% de su capacidad visual.

No pudiendo remediar su discapacidad la incorpora inventando así inéditos efectos visuales en el cine contemporáneo: imágenes fuera de foco, cámara en 45 grados, graneado fino y grueso, etc.

El mismo día en que los norteamericanos llegaron a la Luna, Max llegó a Paris, ciudad en donde reside de manera imperceptible.

Anatol Lotana.

Nació en Grecia y, a la edad de 4 años sufre el destierro. Sus padres contrarios al gobierno de turno, se establecen en La Rioja, Argentina.

A los 18 años exceptuado del servicio militar obligatorio por una incapacidad congénita comienza a producir sus primeros cortos caseros.

Utilizando viejas películas del cine argentino y griego con una pequeña aguja va alterando las imágenes fotograma por fotograma. Su objetivo en aquellos años fue alterar el sentido de las cosas.

Ya en Buenos Aires estrena en un cine alternativo su cortometraje más conocido como “ Qué lindo día!”, 25 minutos, blanco y negro.

En 1966 el golpe militar del General Onganía lo sorprende en Ezeiza a punto de estrenar lo que puede entenderse como su última producción de autor “El cine debe ser hecho por todos”.

Viviendo en la cercanías de Paris entra en contacto con el grupo, aún no conformado de ZATORIclip.

Actualmente trabaja en un proyecto titulado “Titanic, lo que nunca se sabrá”, guión basado en relatos de dos sobrevivientes de la tragedia.

Marcelo Delcampo.

Nace en la ciudad de Baradero, provincia de Buenos Aires.

Hijo de Rosa y Marcelo, los sorprende con su precoz habilidad para combinar imágenes. Un ejemplo categórico que consta en la memoria familiar es “Las gallinas del patio son mariposas”.

Gracias al avance de la ciencia hoy sabemos que las gallinas ponen huevos y, al igual que las mariposas, tienen alas, patas y colores varios.

Es el miembro de ZATORIclip que asocia el principio de Galileo “Sin embargo la Tierra se mueve” con la lata de sopa pintada por Andy Warhol en los años 60’.

Fiel a su sistema asociativo Delcampo pensó que cuando uno compra una lata de sopa siempre la da vuelta para leer su fecha de vencimiento, del mismo modo que gira la tierra o las agujas del reloj.

Con la ayuda de Juan Andralis (mítico diseñador gráfico del Instituo Di Tella), Delcampo llega a Paris el mismo día en que Allen Ginsberg recita por primera vez en Sausalito, California, su poema “Aullido”.

En la Ciudad Luz descubre el cine y desde entonces se dedica a ello.

La Big Broder Sound Band.

Es la primera banda que, integrada por 17 músicos nativos de la isla de Jamaica, se oponen radicalmente a la estética de Bob Marley.

Contrarios también al jazz establecen una clara y rotunda crisis musical.

Fieles a sus principios declaran a la revista “Rolling Stones” (12 de octubre de 1967): “Nosotros producimos música que no debe ser escuchada y/o bailada por nadie”.

Sin salir nunca de la isla la Big Broder Sound Band es convocada por Bárbara Sommerfeld para integrar el grupo ZATORIclip.

Para la firma del contrato Max viaja a Jamaica bajo el nombre de Santiago Fernández. El contrato es de exclusividad con el grupo y otros medios.

Su última grabación “Para el mate lo mejor que hay es la yerba”, está en el top ranking de todas las disquerías.


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